19 diciembre 2005

Puente Español (vol3)

El sábado a las 8.30 ya estaba en el aeropuerto de Almería, ya tocaba el regreso, lo peor del viaje. Como iba sobrado de tiempo nos ponemos a desayunar tranquilamente mi hermano con su mujer, mi padre, mi madre y yo, y ya el nudo del estómago se empezaba a notar, se abre el embarque, da igual si se tiran media hora embarcando, ahora voy yo que soy más chulo que nadie, en 10 minutos ya ponía última llamada. La hostia, a que lo pierdo por capullo, toca la despedida, el peor momento de todo el viaje, los abrazos con mi hermano, madre, padre... y volver a ver las lágrimas de mi madre.
Bueno, cambio de tema que me pongo triste otra vez, que salgo a correr por el caminillo este que ponen antes del arco de metales y hay dos personas delante mía, el primero me deja, la segunda, una tipa de esas que no le huele la mierda, me dice que quién me creo que soy, que su avión la estaba esperando a ella en concreto. Pregunto con toda la educación que me caracteriza, ¿a donde va señora? Respuesta a Madrid, mi reflejo, mirar el panel de vuelos y veo estado embarcando, el que estaba detrás mía no se corta un pelo y le dice "que la van a estar esperando a usted! Están embarcando, si vamos en el mismo avión! Déjelo pasar mujeeer!" La tipa se queda medio parada y ahi es donde yo aprovecho para literalmente tirar la mochila por el detector y quitarme reloj y tal, menos mal que no pité por el arco ese... Cojo la mochila, corriendo hasta el avión, y puedo asegurar que no tardaron más de cinco minutos en cerrar la puerta, increible. Por supuesto me quedé sin la salida de emergencia que tanto necesito, con mis dos metros no voy demasiado cómodo en los asientos de autobús que hay en los aviones.
El viaje normal, esta vez no había niebla y llegué bastante más seguro a Londres, además como ya sabía que no daban nada en el avión, decidí llevarme habituallamiento, muy sabia decisión por cierto.
En Gatwick, más de lo mismo, este aeropuerto ya me lo conozco, al menos la terminal sur, a consigna a dejar la pedazo de maleta, que con eso no me puedo mover. Ya sin la maleta decido no irme a Londres (otra de esas decisiones que me caracteriza), iba cargado con el portatil y el equipaje de mano y no me apetecía irme así a Londres, así que me busqué un buen sitio donde pasar el rato. Ahí está, ya lo he visto, un sofá con una mesa y un sillón, ese tiene que ser para mi. Primer problema, el enchufe, facilmente solucionable, me compro un adaptador. Segundo, todavía no había comido y se me pasaba la hora del biberón, tampoco hay problema, Mc Donalds que te crió, que además admite €, lo único de todo el aeropuerto. Bueno, ya estoy bien, al sofá y a esperar las leves 16 horas que me quedaban allí. Comencemos por encender el portátil y peliculita... Ya que estaba en la Gran Bretaña decidí ver el último Mohicano, como sobremesa, después un poco de entretenimiento con el móvil y tal y cuando me vengo a dar cuenta, levanto la cabeza y me encuentro rodeado por tres metralletas enormes que escondían a otros tantos policías detrás y a dos perros jolisqueandome las mochilas. What Happen!? Lo único que acerté a decir. Me levanté como el que toca un botón y se me quitó todo el sueño de golpe. Me dice el tío que tengo que desenchufar el portatil, ya ves, yo que pienso, como si te lo quieres llevar. Iba yo a preguntar por qué lo tenía que desenchufar. Me pide datos, y más datos, qué estas haciendo aquí? de donde vienes? a donde vas? a que huelen las nuves? Me pide el pasaporte... total, que yo estaba ya jiñao perdío cuando me dice, puedes seguir con el portatil enchufao, mi respuesta... seguro?? Joder, que miedo que pasé.
Después de ésto, como para cerrar los ojos, me tiré como un buho hasta que cogí el avión al día siguiente a las 6 de la mañana. Cuando llego a Atenas, como os podéis imaginar hecho polvo y hasta los cojones de viaje, salgo del aeropuerto y me voy a la parada de autobuses, veo venir mi X95 y ahí que me subo sin mirarlo si quiera... Mierda me había subido en el X94, joder, llegaría a mi casa ese día o no. Pues resulta que me deja a tomar por culo de mi casa, pero cerca del metro. Pues nada, al metro, y con este a Syntagma donde cuando vas con maletas es muy gracioso que no haya escaleras mecánicas. Pues cargado con las dos maletas más el portatil, me voy andando hasta la parada de taxis, donde me subo en el taxi del taxista más gordo y loco de Atenas. Ocupaba el tío su sitio y parte del mío. Y además hizo el trayecto más rápido que he visto desde que estoy aquí, el coche (mercedes con tracción trasera), apunto de cruzar en cada curva de todas las que pasamos, pero la verdad, que el tío iba la mar de tranquilo...
Ya por fin a las 5 de la tarde más o menos llegué a mi casa. despues de 28 horas de viaje os podéis imaginar las condiciones en las que abrí la puerta, aquello que entró no era humano, era sólo sueño y cansancio. Con una sabia decisión decidí acostarme y hasta el lunes.

3 Comments:

Blogger El gato flores said...

vaya paliza tío. Menuda putada lo de esperar tanto tiempo para hacer spain-grecia. Dí que al menos has estado en casita, eso se agradece.

Pues nada tío, a disfrutar de la helade y que no te amarguen la estancia los jefes, q esta beca son 24 horas al día y el curro no deberían ser más de 7.

A disfrutar

6:34 a. m.  
Blogger Banyuken.es said...

Cómo desesperan esos viajes. Al menos dan para contar historias luego. Es cachondo reirse de uno mismo recordandolas con el tiempo.

11:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

joder ... que movidito.
y no podias buscarte una cosa mejor!!
un viaje con menos horas de transbordo!!
a la ida te fuistes a londres con 3-4 horas de sobra ... ahora que tienes 16 te quedas en el aeropuerto .. no te entiendo tio!

10:25 a. m.  

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